En este ejercicio se plantea la necesidad de construir un cementerio en lo alto del monte Enériz, cerca de la Iglesia de Santa María de Eunate. 

Esta se encuentra localizada en el Valle de Izarbe, y se trata de una ermita templaria que ha sido objeto de muchos estudios por su portada románica.

Dadas las características de la localización, el proyecto busca armonizar con el paisaje respetando su morfología. Manipulando la topografía se crean varios niveles que siguen la configuración natural del terreno. Es un proyecto de marcado carácter horizontal, donde la riqueza del paisaje hace necesaria su forma, y donde la necesidad de enterrar a los seres queridos, hace necesaria esa mirada al horizonte.